26 de Marzo, 2006

La Quintacolumna / Mario Alberto Mejía

BARAJA: Tres barajas del Góber Precioso
¿Quién es Jessica Zamitis? Treintainueve días después de que fue colapsado por la difusión pública de la conversación telefónica que sostuvo con Kamel Nacif, el gobernador Mario Marín Torres inició una nuevaestrategia —tan errática como las anteriores— para limpiar su imagen.
Y de la noche a la mañana ha ofrecido diversas entrevistas con periodistas nacionales y locales en las que las contradicciones y las mentiras siguen a la orden del día.
Aunque ahora cuenta con dos análisis —mandados a hacer con dineros públicos— de Juan Luis Repettoy de Howard E. Mattern.
Ambos coinciden en que la conversación Nacif-Marín fue editada por manos interesadas.
Llama la atención que el tristemente célebre Juan Ruiz Healy haya sido el intermediario entre el gobernador y el señor Mattern, quien habría cobrado cien mil dólares por el análisis que hizo.
La intervención de Ruiz Healy es tan elocuente como la de Gabriel Alós en el tema de los espías —denominados “reporteros” por Alejandro Fernández— que fueron aprehendidos el miércoles pasado cuando filmaban a los integrantes del Frente Cívico de Puebla a las afueras de la sede del SUNTUAP.
En efecto: el gobierno estatal recurre ahora a “periodistas” para salir del hoyo en el que se encuentra.
Y ahí están como ejemplo las reuniones del viernes y de ayer domingo en Casa Puebla, donde el gobernador habló a sus  anchas con directores de medios electrónicos e impresos.
El problema sigue siendo uno: todos esos intentos se siguen yendo al bote de la basura por la falta decredibilidad de quien no se avergüenza de ser conocido como el “Góber Precioso”.
Esto último se lo dijo Marín al periodista Raymundo Riva Palacio el jueves pasado, durante la transmisión del programa televisivo Proyecto 40, que se transmite solamente en la ciudad de México.
“—¿Qué piensa usted cuando escucha que con familiaridad se utiliza el término ‘mi góber precioso’?
“—Mmm. No me hace mella.
“—¿No le indigna?
“—No, para nada. Estamos en un país libre.”
Vaya: ni le indigna ni le hace mella.
No obstante, ayer, en Reforma, durante una entrevista firmada por Jorge Arturo Hidalgo, el gobernador sale con una nueva versión en torno al tema.
“—Quienes han hablado con Kamel Nacif saben que él trata familiarmente al interlocutor, que ‘precioso’, ‘hermoso’ es parte de su vocabulario. ¿Esa parte, en las otras conversaciones que tuvo con él, era el tratoque le daba?
“—Sí, de él y de mucha gente aquí en Puebla, que como saben hay una colonia libanesa muy grande, y así se tratan, así hablan con todo mundo: ‘papi’, ‘Mi Rey’, así se hablan, es un vocabulario normal de ellos”.
“(…)
“—¡Alguna vez, en alguna llamada, él (Kamel Nacif) le dijo ‘mi Góber Precioso’?
“—En ninguna, en ninguna llamada recibí ese calificativo.
“—¿Le habrá hablado de Góber a otro?
“—Depende del grado de amistad. (…) Le hablas así, con cariño, con afecto, a quien le tienes afecto; pero a quien no, le hablas normal (…) la gente lo sabe en Puebla, soy una persona seria, soy una persona que poco sonríe, soy muy, a lo mejor, demasiado serio.”
Pero la perla de esa entrevista con Reforma es sin duda cundo Marín dice que en todas las conversaciones que tuvo con Kamel Nacif jamás se tocó el tema de Lydia Cacho.
¡Por favor!
Cuarenta días después de que inició el Escándalo Marín, el Góber Precioso niega lo que en ninguna otra entrevista había negado.
Y aquí se impone una pena una reflexión:
¿Vale la pena decir tantas mentiras para limpiar su imagen?
Y es que todo se puede tolerar menos que un gobernante diga tantas mentiras tan seguidas.
Su problema —y es gravísimo— es que nadie le cree.
O si nos vamos a las encuestas, sólo tres de cada diez poblanos le tiene confianza al gobernador.
Y en este costal hay que meter a su gente —no a toda—, a los directores de medios poblanos —no a todos— y a sus viejitos y discapacitados —tampoco a todos.
Pero sigamos con las mentiras.
En la entrevista con Riva Palacio, nuestro personajazo evidenció que no le tiene miedo al ridículo:
“Cuando se le preguntó por qué ya no es invitado a los eventos de su partido, dijo que no apareció en la foto por el aniversario del Partido Revolucionario Institucional (PRI) porque está ‘muy chiquito’, pero que existen evidencias de que ahí estuvo.
“—¿No se siente apestado en el PRI?
“—No, de ninguna manera. Al contrario, muchos priístas me han expresado su solidaridad.
“(…)
“—En caso de continuar a la baja el PRI y su candidato, ¿usted está dispuesto a pedir licencia para separarse del cargo?
“—Desde luego que no pediré licencia porque no hay elementos para ello y porque no he cometido ningún delito. (…) Y el fondo es: ¿vamos a permitir los mexicanos que se nos espíe telefónicamente cuando estáprohibido por la Constitución? Si lo vamos a permitir, entonces ¡sálvese quien pueda! Porque hoy puedo ser yo, mañana usted y pasado alguna otra persona.
Añadió que en México mucha gente tiene aparatos y equipos de espionaje y cualquiera los puede usar.”
Genial.
Y es que un día antes de que la entrevista con Riva Palacio fuese transmitida, el gobierno marinista fue sorprendido espiando a integrantes del Frente Cívico Poblano.
Y más:
Entre el viernes y el sábado, funcionarios del gobierno admitieron que sí, en efecto, los espías son de casa, igual que la camioneta y el equipo de espionaje.
Tanta lindeza sorprende.
Y tanto cinismo.
Y ya lo dijo el Góber Precioso: “hoy puedo ser yo, mañana usted”.
¿Es amenaza?
Por cierto: han empezado a circular algunas grabaciones con la voz del gobernador —¿también dirá quetruquearon su voz?— en las que aparece hablando con una chica llamada Jessica Zamitis?
¿Alguien la conoce?
***Ternuras del Alma. “¿Qué le diría a Lydia Cacho si la tuviera enfrente? —le preguntó Raymundo Riva Palacio al gobernador de Puebla.
“Pues que estoy con ella en su lucha contra los pederastas, por eso en Puebla hicimos una Fiscalía para combatir a quienes atenten contra los niños”.
(Sin palabras).
***Operación Ramírez. ¿De dónde tantas coincidencias?
Entre el viernes y el sábado, la prensa poblana no habló de otra cosa que de la tesis defendida por el columnista Carlos Ramírez en torno a que detrás de las grabaciones filtradas a La Jornada están el PRD y Andrés Manuel López Obrador.
La verdad: qué hueva.
¿No se les pudo ocurrir una tesis mejor?